Cultivo

Una de las labores imprescindibles para el cultivo de la castaña es la poda. Se puede realizar en cualquier época del año (siempre evitando el periodo de reposo vegetativo) y es esencial para la óptima reproducción del fruto.

Debemos tener presente que las ramas más vigorosas son las que reciben más savia, produciendo sobre todo madera, mientras que las ramas menos vistosas, y por tanto las que reciben menos savia, son las encargadas de dar el fruto.

castanas-fruto

Mientras el erizo se mantiene en el árbol, el fruto no está maduro.

Mediante la poda controlada lo que haremos será favorecer la floración y el engrosamiento del fruto haciendo una selección y un control del desarrollo de las ramas.

Es importante no olvidar que, como cualquier planta, el castaño también puede sufrir enfermedades, la mayoría de ellas están provocadas por hongos que pueden atacar tanto a la hoja como a la madera, debilitándola y pudriéndola, llegando incluso a causarle la muerte.

castano-suelo

Las raíces de los castaños llegan a medir muchos metros de longitud.

Aparte de la poda, otra acción importante es la labor de suelo alrededor del propio árbol. Estas actividades deben realizarse de forma superficial para no dañar las raíces y sirven, en primer lugar, para mantener el suelo limpio facilitando así la recolección y evitar también la propagación de incendios. Además, estas labores favorecen la descomposición de los restos de la cosecha anterior convirtiéndolos en alimento para la planta.

¡Gracias por compartirnos!